GORRIÓN
Era un gorrión el niño.
Le temblaban las plumas
por el hambre y el frío.
Miraba una veleta:
un pájaro de óxido
que ya no se movía.
Las tejas eran negras
con una piel de musgo,
con un brillo de cera.
Tuvo un nido y un sueño
y cortaron sus alas.
Era un gorrión el niño
y el cielo estaba lejos.
1 comentario:
Poeta y amigo paisano:
Diego Piropo, sentimos tu poesía en el alma, escuchándola de tu viva voz, en directo, en este maravilloso Café Victoria, Grande como tú. Un placer compartir contigo y tu familia ese momento literario que se hizo nostalgia. Un 10 para ti, por tu sencillez, por tu saber estar a la altura, por ser, en el buen sentido de la palabra, bueno, dicho en verso machadiano y, sobre todo, por ser tú mismo, fiel a tus principios, tan difícil hoy en esta sociedad de las prisas que nos ha tocado vivir.
Te queremos y te abrazamos,
Cosme López García
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