Presagios
Y quedarán estos rincones solitarios
cuando mi cuerpo solo sea ceniza horizontal;
mi esencia,
esencia de las flores,
¡Todas mis pisadas recuerdo!…
Seguirán volando las alegres alondras
los inmenso espacios de esta tierra
y seguirán en este río eternamente navegando
las blancas aguanieves en febrero…
¡Y yo!… ¡Ya no estaré!
Ya no podrá volar mi alma
los aires fríos de estos grises otoños,
los tórridos veranos
las verdes primaveras…
Ya no estaré en mi banco de siempre
contemplando este torrente de vida:
La apacible cigüeña,
el pardo gorrión,
ni en aquel sobresaliente rincón
¡La albañil golondrina!
¡Ya no estaré!
¡Ni nadie que me quiera!
¡Nadie que me quiera estará para recordarme!
Solo seré pasado,
habré sido un corto sueño imperceptible…
Tan solo es un corto sueño la vida,
¡y sin poder evitarlo… la perdemos!
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