FUENTES DEL AYER
Hoy:
le pido al caballo de la libertad
que me lleve por caminos oportunos
para que enfoque bien
mi trayectoria.
Sé, que he perdido
muchos lustros
por no observar de otros
sus atardeceres,
ni haber bebido
en las fuentes del ayer.
Así que:
me propiongo montar ese caballo
tan insigne
para sortear los obstáculos
y, centrarme
en el camino de los dioses,
por donde es fácil
acometer la resurrección.
Quizás en lo que me quede
de vida
no pueda descubrir
enteramente lo exigible
ni sublimar en exceso
el recorrido.
Pero es que, hasta ha poco,
no había sentido
esa llamada
porque el ruido que hacía el mundo
no me permitía su percepción.
El caso es que:
aquí estoy ahora,
para que no se me escapen
y, pueda construirme
un hábitat seguro.
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