LA SONERÍA
Si tocas este poema,
si acarician tus manos
el ardor de su piel
con el tacto impaciente del deseo;
si escuchas sus palabras transparentes
alzándose en el aire
como la sonería de un corazón que canta,
y ves con su mirada
vaciarse en el crepúsculo
el sueño acuchillado de la luz,
ya me tendrás contigo.
Y por si ahondas,
en el albo venero de la voz
conocerás el curso cálido de mi sangre,
su sonoro caudal hacia el silencio.
RUFINO pertenece a la Tertulia poética Gallos Quiebran Albores de Mérida
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