martes, 22 de diciembre de 2009

RECITAL 17 DICIEMBRE-PILAR FERNANDEZ RODRIGUEZ


ATARDECER EN PUERTA PALMAS
Si tuviera que elegir
el momento más hermoso
de los que hemos vivido juntos
me quedaría
con esa tarde luminosa
del mes de julio,
aquella que pasamos junto al río.
Tenía un aire rosado
como las adelfas del jardín cercano,
esa tarde infinita
en que el tiempo se detuvo.
Sentados en un velador
-no sé si aún lo recuerdas-
comíamos caracoles
y ninguno quiso probar
el rabo de toro
que mataron
en la última corrida de feria.
Esa tarde en que el tiempo se detuvo
entre las adefas del jardín,
te dije cuanto te quería
y tú me respondiste:
"Yo también
siento mucha ternura por ti".
Soñé
que estábamos
en otra ciudad del sur
y que este rio
ya no era el mismo rio
sino, otro navegable.
A veces la vida
nos da una tregua
y todo parece, al fin,
haber encontrado su lugar.

viernes, 11 de diciembre de 2009

RECITAL 10 DICIEMBRE- ELADIO MENDEZ FERNANDEZ



ALAS DE CENIZAS
Cuando la nostalgia fluye de mi pecho
con anhelo desbordado,
pregunto por ti.
te procuro en el aire,
en el tiempo, en la niebla,
en la lívida voz anterior a mi infancia.
A veces me calmo y mo boca descansa,
mas luego al instante
mi ser al completo pregunta por ti.
por tus alas de brisa,
tus claras pupilas, tu sombra de estrellas
tu infinita ausencia.
Y te sueño en la albura,
te busco en la senda imposible del tiempo
en la copa de vino, en la ración de pan
en el remoto brocal de la memoria
Pero no hallo consuelo a esta búsqueda aciaga.
Tan sólo una racha de viento murmura
que ya formas parte de la luz del silencio
que tus alas de aire se tornaron ceniza,
que tu cuerpo de trigo
alimenta la tierra de la fraternidad.

viernes, 4 de diciembre de 2009

3 DICIEMBRE recital- Maria Valle


ESPERANZAS
El alba implora sutiles murmullos.
Esos que, con las caricias, gritan
alertados por aleteos de mariposas.
Huyen rugidos infernales,
sonidos que imprimen la desgracia.
Esos que, en la noche tenebrosa,
cercenada por pertinaz lluvia,
sustentan el miedo a la nostalgia.
Deja amanecer un nuevo día,
lleno de explendor y frenesí.
Abre las manos e imprégnate de dichas.
Al fin, la esperanza no huyó con tu destierro.
Sigue quieta. Guiñándote en la esquina.
Paciente está para que la integres en tu vida.
Saca espuertas, barriles y cedazos.
Embriágate en ella.